viernes, 9 de enero de 2015

Hablando con el Mago de Boj; José Ruiz "el curilla" escultor del pensamiento.


Tal vez porque la habilidad con las manos nunca ha sido uno de mis fuertes, siempre me ha maravillado observar a las personas que saben llevar a cabo actividades, en las que se requiere pericia, destreza y maestría; cabiendo en este grupo toda clase de maestros artesanos.

Así pues hablando de maestros y artesanos hace unos días visité a José Ruiz, un vecino de Molina y amigo de mis hermanos de toda la vida, al que desde siempre en casa le hemos tenido gran cariño y respeto por el gran tipo que es.
José Ruiz, alias "el Curilla"
A José nadie le conoce por su nombre del carné, sino que todo el mundo le llama Curilla; la cosa viene de lejos: cuando José contaba con once años, un familiar proveniente de Canadá le trajo un suéter con capucha y bolsillo rollo canguro, tan habituales a día de hoy, pero extraños hace treinta y cinco años, a José le gustaba la prenda y se la ponía a menudo, los compañeros del colegio le empezaron a decir, que parecía un cura con ese chambergo…; dando como resultado el apodo Curilla.

Me resulta complicado hablaros de  como es el Curilla, pues como os decía al principio es amigo de siempre, sólo os diré que honestidad, sinceridad y nobleza absoluta, son conceptos que lo describen a la perfección.

Excursión por Sierra Molina año 1991
En breve el Curilla va a abrir una tienda en Molina de Aragón (Guadalajara), donde pretende vender toda clase de productos artesanales de la Comarca de Molina, para de esta manera dar cogida a la cantidad de talento y maña  que hay en este territorio y que por falta de infraestructura donde darla a conocer muchas veces se queda en espacios reducidos; siendo la idea en proyecto que todos estos maestros y maestras artesanos puedan vivir de ese talento.

 
Y a todos esos productos José añadirá sus propios trabajos, pues el Curilla es un gran maestro en lo relativo a la talla y labrado de la madera.
Su nombre artístico en esta materia es el “mago de boj”, haciendo mención a ese arbusto tan abundante en las riberas del alto Tajo y cuyas ramas se utilizan en el domingo de ramos.


 
Blog Alfredo Sánchez Garzón
Me cuenta José que desde muy pequeño cuando con su familia iban todos los domingos a pasar el día al campo, lo primero que hacía era trepar a los árboles y lo segundo coger palos…; como el anuncio de “un palo, un palo”… el Curilla era feliz con un madero entre las manos. 


Dice que un día se juntaron en sus manos un palo y una navaja, y que ahí empezó todo; de forma autodidacta, con mil cortes y rasguños, José aprendió a acariciar los toscos trozos de madera para convertirlos en verdaderas obras de arte.

 

Su afición fue “in crescendo” y preguntando a las personas mayores que hacían garrotes o labraban madera, mirando libros, y observando tallas realizadas, aprendió a “dialogar” con la veta y la fibra de la madera.

 
 
Me cuenta el Curilla que la naturaleza es su mejor socia y aliada, y siempre que camina por el campo se encuentra palos retorcidos, maderas con nudos que simulando muñones, José enseguida les observa formas artísticas.


Así y tras un largo y profundo aprendizaje se ha ido conformando un humilde taller, donde con las herramientas más básicas el Curilla lleva a cabo grandiosas obras de arte.

 
 
 
Le pregunto al Curilla que de dónde recoge la materia prima con la que elaborar las piezas, y me cuenta, que la mayoría de ella se la proporcionan de los desbroces que llevan a cabo los equipos de prevención de incendios, y también los propios ayuntamientos le avisan cuando va a cortar algún árbol por la realización de un camino, o por la puesta de tendidos eléctricos.
Algunas otras maderas que no las hay por zona de la comarca de Molina las compra a proveedores de Madrid.

 
 

Con ello me habla de lo fácil que es trabajar con la madera de tilo por ser más blanda, y lo arduo complicado que es el nogal, de gran dureza.

NOGAL.
http://static.panoramio.com/photos/large/37961093.jpg

Todos los artistas tienen especial cariño por  alguna obra, así pues le pregunto por este hecho, y sin dudarlo el Curilla me habla del “triste Don Quijote”.
 
 
La tienda se va a llamar CuraSana; ante la pregunta de tan curioso nombre me cuenta que es la unión de su apodo Cura, con el nombre de su pareja Ana, y la letra de inicio del hijo común Saul, de ahí CuraSana.

 
 
Y en relación a esto me cuenta el Curilla que hace unos días llamó a la puerta un señor de avanzada edad, pidiéndole que le tocase la espalda pues tenía muchos dolores…, José no entendía nada; la cosa es que ante el nombre de CuraSana el buen hombre pensó que se trataba de un curandero o chamán…
 Me confesó  el Curilla que tenía previsto hacer un monolito homenaje al castillo-alcázar de Molina; y que pretendía regalarlo a la ciudad de Molina, siendo además éste un reclamo para su tienda; ya tenía fichado un tronco de un viejo olmo caído hace más de veinte años, y que incluso ya había hablado con el Ayuntamiento del pueblo donde se encontraba el árbol para tal menester.
 
En fin amigos/as de este cajón de sastre blog, deciros que hablar con el Curilla fue un placer como lo es siempre, por su calidad como persona, y por su mentalidad de Espírito libre y sabio que da lecciones de compromiso y lealtad con todo aquello que le rodea.

 
Ahora sólo me queda desearle suerte en esta nueva andadura de su vida, y recomendaros a todos/as vosotros/as que paséis por su tienda.
En el siguiente enlace tenéis más información sobre la misma:
FINEM

viernes, 2 de enero de 2015

MOLINA DE ARAGÓN, un referente en el estudio de la meteorología.




Decía el alpinista francés Maurice Herzog, el primero en alcanzar los 8.000 metros de altitud, con la subida al Annapurna en junio del año 1950, que “es necesario que los hombres conozcan el mundo donde viven: lo tienen que descubrir, porque para amar antes hay que conocer…”
 
Annapurna http://viajesmonllar.com/

Y para conocer y descubrir, la humanidad a lo largo de la historia ha creado inventos, artilugios y cachivaches varios que le permiten aprender y observar sobre todo lo que les rodea, de esta manera se inició entre otras, la observancia y el estudio de la meteorología.
Hoy os voy a hablar del observatorio meteorológico de Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara uno de los observatorios más importantes de toda la geografía española, por los registros que ha dado y se siguen dando, pese a que se ubicación actual empieza a ser muy discutida por los expertos en la materia.
Molina de Aragón. Foto de el hexágono

Al principio del siglo XX, todas las capitales de provincia ya tenían sus observatorios meteorológicos, donde se registraban todas las efemérides atmosféricas y climáticas que se daban en cada una de ellas, posteriormente esa red de instalaciones de estudio del tiempo, se fue ampliando en paralelo a la navegación aeronáutica.

http://4.bp.blogspot.com/
Resulta que los vuelos que partían y parten desde el aeropuerto de Madrid, en dirección a Barcelona o a centro Europa, pasan por el espacio aéreo de la villa castellana unos 8000 metros por encima del viejo castillo-alcázar que terminase al Señora de Molina doña Blanca Alfonso allá por el siglo XIII.

castillo-alcázar de Molina de Aragón
 Así pues y por estas razones en los años cuarenta del siglo XX, el entonces llamado Ministerio del Aire empezó a instalar observatorios meteorológicos en las zonas por donde transcurrían las líneas de vuelo, y entre otros correspondió uno al pueblo de Molina de Aragón.
Hielo y nieve en las calles de Molina de Aragón, Ctra. de Castilnuevo
Ctra. al barranco de la Hoz.
  En un principio poca importancia se le dio a la instalación de este observatorio, pues su función era solamente la de la  información de las condiciones atmosféricas para la aviación.

 
Pero pronto se descubrió que no era un observatorio más; los datos que los termómetros registraban, indicaban de que se encontraba ubicado en uno de los lugares más fríos del país, incluso en varias ocasiones vinieron desde Madrid a comprobar que la maquinaria estuviese en buen estado, pensando que podría tratarse de errores; pues las temperaturas bajo cero que se estaban registrando, eran algo inédito hasta la fecha.

 
Curiosa es la anécdota que le pasó al encargado del observatorio, José Antonio Martín Corral, en enero de 1952; cuando como todos los días mandó a la Sede Central del Servicio Meteorológico Nacional, el parte con las temperaturas registradas…; le llamaron desde dicho organismo para preguntarle “si se había vuelto loco o estaba de broma”, y es que la noche del 28  de enero de 1952, el termómetro había registrado  en pleno casco urbano de Molina de Aragón 28,2ºC bajo cero; José Antonio les dijo que ni locura ni broma; la gráfica lo dejaba muy claro, esa noche se habían rebasado por debajo los -28 º C.
 
Gráfica con los -28,2ºC

Torre y veleta del Giraldo
Y es que la ubicación de Molina en mitad de un amplio valle entorno a los 1.100 metros sobre el nivel del mar, y rodeado por las Sierras de Molina, Menera, Caldereros y de Aragoncillo han conllevado que en sus parameras y en las de la vecina Calamocha (Teruel), se hayan registrado las temperaturas más bajas en zona habitada de todo el territorio español, llamado por esta razón por muchos estudiosos como la Siberia española.





 
La verdad que estas cuestiones a los molineses nos confieren cierto orgullo, puesto que raro es el invierno que Molina no aparece en televisión, radio o periódico por estas cuestiones.
 
 
Recuerdo muy bien las navidades del año 2001, cuando la temperatura alcanzada en la Nochebuena fue por debajo de los   -24ºC; esa noche la gran hoguera que hacemos en el barrio apenas tuvo público pues la meteorología invitaba poco a salir a la calle, y es que ese día 24 de diciembre a las 14:00 horas, se alcanzaban las máximas temperaturas del día… el termómetro marcaba entorno a los -5ºC, todo estaba nevado, y por debajo de la nieve hielo…; las temperaturas fueron extremas durante varios días; más de 200 horas bajo cero que conllevó a que el río Tajo se congelase a su paso por el Puente de San Pedro en las confluencias con el río Gallo, efeméride que atrajo la visita de media comarca; se apodó a esas navidades como la de los fontaneros, pues cuando las temperaturas se normalizaron empezaron a aflorar pequeños manantiales provenientes de las decenas de tuberías y cañerías que habían reventado a lo largo y ancho de la comarca…
 
Tere Escobar y yo sobre las aguas congelasdas del río Tajo diciembre 2001
También fueron sonados los -1,8ºC el 6 de junio de 1969, el ajustado  1ºC el 9 de julio de 1967, los  0ºC el 29 de agosto del año 1993 en plenas fiestas patronales, o los -3,6ºC el 28 de septiembre de 2007…

 
Algo escribí en este mismo blog sobre la primavera en Molina, y eso del 40 de mayo…
También el observatorio de Molina de Aragón ha dado registros altísimos en eso que los estudiosos denominan amplitud térmica, es decir la diferencia de grados entre las mínimas y las máximas registradas en un mismo día; por ejemplo un dato curioso en esta materia fue lo que ocurrió el 4 de junio del año 2006, cuando por el día pudimos bañarnos en el río pues había 28ºC, y por la noche hubo que encender las chimeneas porque bajamos a los 0,6ºC…, con una diferencia por tanto de 27,4ºC.

 
Es de agradecer el trabajo de los diversos observadores y observadora meteorológicos que ha tenido Molina de Aragón, ya que gracias a su buen hacer, pericia y dedicación existe un archivo minucioso con toda clase de datos, sin una sola laguna ni diaria, ni horaria desde el 1 de enero de 1947.

 
Y os decía al principio que existe un amplio debate entre los estudiosos y expertos en la materia en relación a la ubicación del observatorio meteorológico de Molina; desde su instalación en la ciudad allá por el año 1947, apenas ha experimentado cambios en su ubicación, si acaso  algunos metros; lo que sí que ha cambiado desde entonces hasta nuestros días es la expansión y desarrollo del pueblo, que ha crecido en esa dirección; afectando sin lugar a dudas en lo concerniente al registro de las temperaturas,  por el efecto de eso que se denomina isla de calor, y que provoca el estar entre viviendas, el asfalto, etc….
Nacional 211 por las parameras de Molina enero 2009

Eruditos en la materia como Vicente Aupí en su libro “el triángulo del hielo” afirma que en sus primeras décadas de existencia el Observatorio de Molina se caracterizaba por una toma idónea desde el punto de vista de su ubicación, pero que desde finales del siglo XX, es evidente que la isla de calor de la población le repercute directamente en los registros, y que éstos se han suavizado con respecto a lo que marcaban anteriormente, y con respecto a la temperatura real que hace; por eso sería interesante que el Ayuntamiento de Molina, junto a la Agencia Estatal de Meteorología buscasen una nueva e idónea ubicación al observatorio meteorológico de Molina de Aragón, para que éste siga dando los datos reales, ya que se trata de uno de los observatorios más importantes por los registros obtenidos en materia de ciencia y estudio.


 
 
 
 
Acabo este post, diciendo que pese al temor que pueda causar visitar Molina y sus tierras por los datos que registran los termómetros, con un buen gorro, bufanda y abrigo se soportan de maravilla, pues es un frío seco fácilmente combatible; eso unido a lo bien acondicionadas que están  las viviendas, restaurantes, hoteles, casas rurales, etc…, a la riquísima gastronomía molinesa, y al excepcional carácter de las gentes de estas altas tierras del antiguo Señorío, hace de la comarca de Molina de Aragón y el Alto Tajo un verdadero paraíso para visitar en cualquier época del año. FINEM.

Cencellada, http://www.estrellasyborrascas.com

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