domingo, 14 de abril de 2013

EN PASCUA CASTIELFABIB PLANTA SUS CHOPOS





En el pueblo rinconademucense de Castielfabib, el sábado de Gloria, es sinónimo de la plantada de los chopos; una fiesta de gran tradición y raigambre en muchos pueblos de la cultura mediterránea, y que no consiste en otra cosa sino la de cortar un gran árbol de las riberas de los ríos, plantarlo en la Plaza Mayor del pueblo, y al cabo del tiempo desmoronarlo para luego vender la madera, y con lo que se saque de la transacción hacer una fiesta, comida popular, etc…
Estas fiestas del chopo, suelen coincidir con la estación de la primavera vinculándola a la iniciación de la madurez de los jóvenes, de ahí que al menos en el Rincón de Ademuz, de forma tradicional fuesen los quintos los encargados de la fiesta.
Dos son los pueblos de esta comarca del interior de Valencia que siguen manteniendo la fiesta  en plena forma; uno de ellos es Casas Altas, el cual celebra la plantada del chopo con ocasión de las Fiestas en honor a la Santísima Trinidad (siete sábados después del Domingo de Pascua) y el pueblo de Castielfabib, que lo celebra en la tarde-noche del Sábado de Gloria.
 
 Panorámicas desde las calles de Castielfabib
Castilefabib es un pueblo de gran potencial turístico, su orografía, ubicación y monumentalidad hacen de él, un lugar bello y pintoresco que desde luego no se debe desdeñar en una visita a esta desconocida y bella comarca que es el Rincón de Ademuz.
Pues bien como os iba diciendo, Castielfabib celebra la plantada de los chopos (porque en lugar de uno pone dos), en la tarde del Sábado de Gloria, pero ya el día anterior el Viernes Santo por la tarde, muchos han sido los castieleros que han bajado hasta la fértil y frondosa ribera del río Ebrón, para seleccionar los chopos que presidirán la plaza mayor del pueblo hasta los albores del verano; tras esta selección, petición de permisos, etc…; las personas con mayor pericia, bien con motosierra, o con brazo y hacha, cortan los chopos con gran espectacularidad y regocijo de los que allí acuden.
Luego en el mismo lugar de la tala, pelan el tronco de los chopos, cortan las ramas, y los posibles nudos (ya que de no hacerlo luego haría que en la plantada las cuerdas no pudieran deslizarse por la madera).
 
 Ribera del Ebrón (incipiente primavera 2013)
Y después acompañados de cuerdas, algún tractor, instrumentos musicales y alguna bebida realizada para la ocasión como sangría o limonada tornan con cierto orgullo camino de Castielfabib, sorteando el gran desnivel que hay desde la ribera hasta la plaza mayor, donde dejarán los troncos preparados para el día siguiente.
 
 Campanario de Castielfabib entre los tejados
Así pues en la tarde del Sábado Santo, a eso de las 18 horas comienzan los preparativos, destapan las arquetas que hay en uno de los extremos de la plaza, que no son otra cosa sino dos grandes agujeros de considerable profundidad donde plantarán los chopos.
 

 

 
 
Se colocan cuerdas, se ameniza la plaza con música, y  el ambiente de fiesta, junto con el afable carácter de los castieleros hacen el resto.
Al grito de un paisano que hace de capataz a “los pies” de donde irá plantado el chopo, comienza este a izarse con gran algarabía y entusiasmo; y en algunas ocasiones incluso cierto peligro, debido a las grandes dimensiones de los árboles, las angostas anchuras de la plaza y la importante aglomeración de público.
 
 numeroso público en las angostas calles de Castielfabib
La plantada en sí, no es más sino un “juego” de física; el cual requiere tranquilidad, sosiego, y sobre todo pericia y habilidad;  con las cuerdas van guiando hacia un lado y otro, aplicando fuerzas hacia el lugar necesario; en la base se pone un gran tablón que guiará al tronco cuando a este lo vayan inclinando hacia la base del orificio erigido en el suelo de la plaza; una vez que el tronco ha caído en posición vertical sobre el orificio, se clavan a presión decenas de pequeños troncos alrededor del principal, para que a modo de cuña ejercer presión entre  éste y las paredes del agujero del suelo y de este manera garantizar su estabilidad.
 
 
 
Es tradicional también que en el extremo superior del chopo se aten unas ramas de pino, para que hagan función de copa, y otorgue mayor vistosidad a los árboles.

Tras plantar el primer chopo, se pone el segundo; y una vez plantados los dos, se configura una enramada con brozas de ciprés; haciendo una especia de arcada entre los dos árboles y que parece ser es donde al otro día Domingo de Resurrección se encuentran los pasos de Jesús resucitado y de la Virgen María.
 
 Elaborando la enramada
Y es que la plantada de los chopos, son el inicio de una fiesta que dura toda la noche con las denominadas “Mayoralesas”; y en donde hay verbena, el rezo de la “Aurora” por las calles de la población acompañados de toda clase de instrumentos de cuerda y buen chocolate caliente, para aguantar el fresco que suele hacer en Castielfabib…; por la mañana a eso de las 8 horas se hace el volteo humano, una de las fiestas más impresionantes de la Comunidad Valenciana y que consiste en voltear una campana, cuyo vano da a un gran desnivel, yendo en este volteo una persona asida al yugo de la campana, y las piernas “abrazadas” al medio del mismo. 

Y es que como os decía al principio Castielfabib es un pueblo que sorprende al visitante por sus características, por sus fiestas y sobre todo por sus gentes.
 
 Restos Convento de San Guillermo
Acabo este post, con la firme recomendación de que conozcáis este bello pueblo del Rincón de Ademuz; dedicándoselo a todos/as esos/as buenos/as amigos/as que tengo en dicha villa.

jueves, 11 de abril de 2013

NUESTRAS VIDAS SON LOS RÍOS QUE VAN A DAR A LA MAR. Hasta siempre José Luis Sampedro; el río Tajo (el río que nos lleva) seguirá hablándonos de tí.



Creo que José Luis Sampedro se enamoró del río Tajo sobre todo en su curso alto, por la bravura de sus aguas, y el tesón conseguidor de desmoronar y agujerear verdaderas murallas rocosas, ese era el carácter revolucionario de este joven de 96 años, que hace unos días nos dejó...; quiero contaros, con tristeza y admiración por este entrañable señor, como me aficioné a la lectura gracias a una de sus obras...; desde entonces hasta hoy, le admiro y quiero a partes iguales.
 Alto Tajo
Allá por el año 1988, y siendo todavía muy niño, recuerdo como en “mi pueblo” Molina de Aragón (Guadalajara), empezó a surgir todo un clamor aludiendo a que el pueblo se llenaría de famosos, que eso sería bueno para la comarca, etc…; toda aquella exhalación de habladurías, rumores, etc…, no eran otra cosa sino el prólogo de que en unos meses el director de cine Antonio del Real, iba a rodar una película en Molina y alrededores; una película que iba a contar con actores del primer orden como Alfredo Landa, Tony Peck, Eulalia Ramón, Santiago Ramos, Fernando Fernán Gómez, Antonio Gamero, Concha Cuetos, Ovidi Montllor, Mario Pardo y Juanjo Artero entre otros.
Y esta película se iba a titular “El río que nos lleva”.
 
 Cartel de la película
A las pocas semanas tanto Molina, como Peralejos de las Truchas, algunos parajes del río Tajo, y sobre todo el Barranco de la Hoz con el río Gallo de protagonista se convirtieron en un estudio gigante.
Mi hermano mayor, (Tonín para la familia, y Antonio para el resto), gran aficionado al piragüismo fue contratado para la colocación de troncos, y balsas a lo largo y ancho de un importante tramo del río Gallo, incluso creo recordar que le pagaban unas 5000 pesetas de la época por tronco colocado…
 
 Fiesta de los Gancheros
Fueron muchas las personas de la zona que participaron en aquel proyecto, incluso de extras.
En el colegio nos explicaron que esa película se basaba en una novela, que a su vez relataba las duras vidas de unos señores a los que se les denominaba gancheros…
Mis dudas y continuas preguntas, fueron las que hicieron a que mi otro hermano, en este caso el mediano (Javi) me regalase la novela en cuestión cuyo título, era el mismo que el de la película “El río que nos lleva”.

 
Recuerdo aquel momento con gran nostalgia, me sentí de repente adulto, pues era la primera vez que llegaba a mis manos un libro sin dibujos, un libro de tamaño medio, con mucha letra y que en su portada nada ponía sobre la edad recomendada.
Tardé poco en engancharme a la novela, pues el misterio que encerraba cada personaje en sí, los distintos avatares que les iban acaeciendo, y el paso por parajes y lugares cercanos a Molina, en los cuales había estado, o había oído hablar; conllevaron a que en apenas un par de semanas lo hubiera leído.
 Laguna de Taravilla
La novela en sí, supone todo un homenaje al duro trabajo de los gancheros;  un oficio que fue desapareciendo paulatinamente por la aparición del transporte de la madera por carretera a través de grandes camiones; pero que con anterioridad se hacía desde los cursos altos de los ríos, hasta las zonas industriales, a través y con el único motor de la corriente de sus aguas, y la habilidad y destreza de los gancheros, haciendo de los cauces un río andante, y convirtiendo a los gancheros en pastores de bosques flotantes.
En un viaje lleno de penurias, incomodidades y hostilidades que otorgaba a los mismos un carácter especial.
 
 
En este caso la novela comienza en las inmediaciones del pueblo de Zaorejas (Guadalajara), con un intenso ritmo narrativo; para siguiendo el accidentado cauce del río Tajo, pasar por lugares como Alpetea, Buenfuente, Huertahernando, Huertapelayo con su puente de la Tagüenza, Valtablado del Río y Ocentejo en su curso alto. De ahí ya se desliza por los suaves parajes alcarreños, acercándonos a Carrascosa, Trillo, Viana, Entrepeñas, Anguix y Zorita de los Canes; fluyendo ya hacia su desenlace por los sotos de Mazuecos, Fuentidueña y Buenamesón, hasta el Real Sitio de Aranjuez (Madrid)
 
 Mapa itinerario "El río que nos lleva"

La obra en sí, se publica y edita en el año 1961; en una entrevista escuché a José Luis Sampedro hablando de esta novela, que es una de las que más placer le dio escribir, ya que fue mucho y costoso el trabajo de aprendizaje y formación sobre el tema el que tuvo que realizar; que así mismo fueron decenas las veces que tuvo que acudir a las tierras de Molina, de las que decía que  llegó a “amar y admirar entrañablemente”.
Sampedro cuenta como se encontró con una tierra salvaje, cuya lejanía y aislamiento protegían esos parajes vírgenes e impolutos.
 
 
Describe a las gentes del Señorío de Molina como; “graves pero acogedoras, tradicionales pero abiertas, bien asentadas en su dignidad como un patrimonio supremo e irrenunciable.”
Así mismo en una entrevista en la Cadena Ser de Guadalajara, Sampedro decía lo impresionado que le habían dejado las gentes de Alto Tajo, así como la admiración que sentía por ellas.
   

Desde luego a mí no me cabe ninguna duda, que tanto su novela, como la película basada en la misma y en cuyo guión también participó, fueron y siguen siendo un emblema patrimonio de las tierras del Alto Tajo, una publicación que no debería faltar en ninguna biblioteca o colegio del Alto Tajo.
Y así amigos míos es como conocí a este gran hombre llamado José Luis Sampedro, ese humanista con el que siempre he coincidido en sus planteamientos y propuestas, un hombre sabio y bueno, que con su partida hace unos días, nos deja un poco más huérfanos ante un mundo cada vez más hostil.
JL Sampedro en el río Tajo
Y este pequeño relato sobre su novela, mi humilde homenaje a esta gran persona; y como nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, yo estoy seguro que su Espíritu estará navegando por ese río que nos lleva...
Hasta siempre Maestro. ;)  

viernes, 5 de abril de 2013

Las víctimas del metro ganan a la estrategia del Silencio impuesta por el PP valenciano



 
 Concentración Víctimas metro 3 abril 2013
Todos los meses me gusta estrenar el blog con una entrada dedicada a la Asociación de Víctimas del metro, ya que sus integrantes se concentran todos los días 3 de cada mes a eso de las 19:00 horas, frente a la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia.
¿Con qué razón os preguntaréis algunos?, pues con la firme convicción de saber que pasó realmente aquel fatídico 3 de julio de 2006, y para exigir las responsabilidades pertinentes que de aquel nefasto suceso se desprendan.
En la última concentración, es decir la del pasado 3 de abril, la asistencia fue masiva, y el manifiesto leído por Rosa Garrote, vino al pelo, al hablar en el mismo de la estrategia del silencio impuesta por los dirigentes valencianos, y comandados directamente desde la Generalitat Valenciana, y que como allí se podía comprobar poco a poco se iba destruyendo.
 
Rosa Garrote (leyendo el manifiesto)
 
 
Asistentes Concentración 3 abril 2013

Desde el momento cero de ocurrir la tragedia, desde Generalitat Valenciana y desde el Ayuntamiento de Valencia, se puso en marcha la estrategia del silencio, del ocultamiento, de acallar a las víctimas y sus reivindicaciones.
De hecho el propio día del accidente, la Televisión Pública Valenciana (Canal 9), no cambió su programación, pese a que en el subsuelo valenciano habían perdido la vida 43 personas y había otras 47 gravemente heridas…; de hecho siguió hablando de cuantas flores y cuantas banderolas decoraban las calles de Valencia por donde pasaría unos días después la comitiva con el Papa Benedicto XVI, y tras esta fundamental noticia la telenovela, para tener distraído al personal…; ésta era la línea marcada por Presidencia y el Portavoz del Gobierno.
 Valencia engalanada
Y esta ha seguido siendo la estrategia de los responsables de Radio Televisión Valenciana con respecto a todo lo relativo al accidente del metro, y a los integrantes de la Asociación a lo largo y ancho de estos siete largos años.
Y esa estrategia del silencio llegaba a todos los extremos, impedían el paso a los integrantes de la Asociación a los Plenos del Ayuntamiento, si no se quitaban sus camisetas negras alusivas al accidente.
El Ayuntamiento de Valencia, con la muy conservadora Rita Barberá al frente puso problemas a que la Asociación del Metro se concentrase en la  Plaza de la Virgen durante 5 minutos cada día 3, aludiendo a que molestaban a las homilías de la Basílica y al turismo…
 
 Rita Barberá bebiendo...
El Expresidente Camps, pese a decir en infinidad de veces que los llevaba en el corazón, fue incapaz de recibirlos.
Sólo tuvieron de la Administración Valenciana, la visita a los pocos días del accidente de Juan Gabriel Cotino ofreciendo trabajo a los familiares de las víctimas, a cambio de que no se personasen en la causa judicial, ni se integrasen en la Asociación Víctimas del Metro 3 de julio.
 
 Camps y Cotino
Cotino después dejó la Conselleria de Agricultura, y pasó a Bienestar donde será recordado por su boicot a la aplicación de la Ley de Dependencia… Ahora es Presidente de la Cortes Valenciana…
Luego vino el cambio del nombre de la Estación de Metro, para que de ésta manera se borrase la relación de Estación de Jesús, con la tragedia de aquel día 3, otro intento más de silenciar la realidad.

Lo bueno, es que la verdad siempre sale adelante, y también la dignidad y los gestos de la buena gente, por eso cada día 3 son muchos más los valencianos que acompañan a las gentes del metro; cada vez son más los que hartos de un secuestro institucional, alzan sus voces, contra unos dirigentes insolidarios, irresponsables e inaptos  para los cargos que ostentan y representan.
El pasado día 3 como ya lo he sentido muchas veces, me volví reconfortado a casa, por compartir tiempo y espacio, con los integrantes de una Asociación, que día a día y a todas horas dan lecciones de ser y de vivir, todo lo contrario que algunos de los nombrados en este texto.
Así pues el próximo día 3 de mayo, los integrantes de la Asociación del Metro de Valencia, volverán a concentrarse para pedir que se pongan los medios necesarios, para que una tragedia así nunca más vuelva a darse, para saber la verdad y para exigir las responsabilidades política pertinentes que se desprendan; porque no puede ser que 43 muertos + 47 heridos  sea = a 0 responsables.
 












LOS AMANTES DE TERUEL. Una bella y triste historia de amor.

     El genial cantautor Ismael Serrano, en su canción “tierna y dulce historia de amor”, afirma eso de que “como todas las histori...