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domingo, 7 de junio de 2020

De Rocafort a Colliure el último viaje de Antonio Machado.



D. Antonio Machado (Fto. El Periódico)
Junto a los tapiales de la casa el continuo rumor de la acequia de Moncada, un poco más allá la exuberante huerta, y como horizonte la torre del Miguelete y el mar mediterráneo, así era y es Villa Amparo, el chalet de principios del siglo XX, que sirvió de morada al Poeta Antonio Machado durante sus años de vivencia en Valencia, concretamente en la localidad de Rocafort, huyendo del fascismo y de los horrores de la guerra.

Villa Amparo (Fto. El meridiano)

           Vivió en Rocarfort desde noviembre del año 1936 hasta abril de 1938.
         En ese tiempo su intelecto y su pluma no pararon y sobre todo las puso al servicio de la libertad y la democracia, de ahí su apoyo a la República.   

 
       
      
      Su salud estaba mermada, y todo lo que acontecía alrededor le generaba gran pesadumbre, así mismo echaba de menos a su amor secreto, la tal Guiomar, cuyo verdadero nombre era Pilar de Valderrama, pero que como estaba casada se amaban en secreto y el Poeta denominaba Guiomar.

 
           
    Con el mar de Valencia de fondo, desde la terraza de Villa Amparo, el Poeta escribió a Guiomar, pensando que ésta estaba en tierras portuguesas:
De mar a mar entre los dos la guerra,
más honda que la mar. En mi parterre,
miro a la mar que el horizonte cierra.
Tú asomada, Guiomar, a un finisterre,

miras hacia otra mar, la mar de España
que Camoens cantara, tenebrosa.
Acaso a ti mi ausencia te acompaña.
A mí me duele tu recuerdo, diosa.

La guerra dio al amor el tajo fuerte.
Y es la total angustia de la muerte,
con la sombra infecunda de la llama

y la soñada miel de amor tardío,
y la flor imposible de la rama
que ha sentido del hacha el corte frío
.”

 

         Al poco de estas letras, y ante el peligro real de que el ejército franquista interceptara el camino entre Valencia y Barcelona, el Gobierno de la República manda un telegrama a Machado, diciéndole que por su seguridad y la de los suyos tenía que abandonar Valencia, para ir a Barcelona y que al día siguiente le pondrían un vehículo.




         Así pues, Machado casi con lo puesto y con los documentos que más le interesaban, a mitad de abril del 1938 de una forma más bien abrupta abandona Villa Amparo camino de Barcelona.

 
         El Gobierno instala a Machado y su familia en el Hotel Majestic, en el populoso Paseo de Gracia, muy cerca de la casa Milà.

  
    Pero Machado no está a gusto en un ambiente de hotel, él que era tan preciado de su soledad, por lo que al poco el Gobierno le facilita otra vivienda, parecida a la de Rocafort, a los pies del Tibidabo. Se trataba de la Torre de Castañer, un chalet que la República había incautado a la Marquesa de Moragas.

 
        
 En esta vivienda pasa ocho meses, y apenas sale a la calle, el Poeta está entregado en cuerpo y alma a seguir creando y a escribir en favor de la democracia.


         El 15 de enero de 1939, las tropas franquistas con el General Yagüe al frente, entran en la ciudad de Tarragona, intensificando los bombardeos contra la ciudad condal.
         La sensación es que Barcelona caería en breve del lado de Franco, y que además las represalias serían brutales, de ahí que la ciudadanía en general sólo pensase en salvar el pellejo y huir.
         El Gobierno de la República de nuevo manda telegrama a Machado diciéndole que tanto él como su familia deben estar preparados para salir en dirección a Francia en cualquier minuto; así pues, en la casi media noche del domingo 22 de enero del 1939, aparece un coche enviado por el Gobierno para trasladar a Machado y su familia al país galo; cuatro días después las tropas franquistas desfilarían por la Diagonal…

Tropas Franquistas ocupando Barcelona. (El Nacional.Cat)

         En el coche viajaban, Antonio Machado, su hermano José, la esposa de éste de nombre Matea Monedro, y la madre de ambos, Doña Ana Ruiz; los llevan a la Dirección General de Sanidad, y allí se van acumulando más vehículos repletos de intelectuales defensores de la República; por fin a eso de las tres de la madrugada, se pone en marcha la caravana por lo que hoy es la Nacional II, entonces conocida como carretera del litoral, a sus espaldas dejan Barcelona, repleta de explosiones por el incesante bombardeo aéreo.
         Al amanecer llegan a Girona; la ciudad está atestada de vehículos, camiones y gentes deambulando en todas las direcciones, que como ellos huían del horror camino de Francia.

 
         La caravana sortea la ciudad de Girona y por carreteras comarcales, y llegan al municipio de Cervià de Ter, el Alcalde les estaba esperando, con comida caliente, y espacio para descansar en una masía cercana, Can Santamaría.
         Esta caravana de hombres y mujeres ilustres estuvo en la masía cuatro días, y no dejarían de venir más y más durante los días siguientes.
         Estando allí se enteran que Barcelona ha caído en manos de Franco, y la caravana decide ponerse de nuevo en marcha; el problema es que el Gobierno republicano también ha mandado evacuar Girona, por lo que las carreteras en dirección a Francia están atestadas de gentes.

https://www.hoyesarte.com/

Imagino que el ambiente moral en aquel grupo de intelectuales sería desolador, era invierno, haría frío, eran ya casi desterrados de su país, y las ideas por las que habían luchado: democracia, libertad, reforma laboral con el eslogan la tierra para quién la trabaja, una escuela en cada pueblo, etc, se desmoronaba por momentos como una torre de naipes…, y la fatiga y la desesperanza serían sus acompañantes de viaje.

 

Tiempos después Tomás Navarro Tomás dijo que Machado en esa masía había confesado: “Yo no debía salir de España. Sería mejor que me quedara a morir en una cuneta…”

 
En la madrugada del 27 de enero emprenden el viaje de nuevo, pero la carretera está totalmente colapsada, por lo que deciden tomar caminos secundarios; de repente aparece aviación enemiga, pero todo se queda en un susto y prosiguen su camino, hasta arribar a Figueres.
La capital del Alto Ampurdán está prácticamente destruida por el incesante bombardeo al cual la aviación franquista la había sometido.

 

En esa ciudad el 1 de febrero del año 1939, se celebrarían las últimas Cortes de la Segunda República.

Las autoridades temen que los franquistas sepan de esta caravana y la masacren a través de la aviación, por lo que deciden que entren a Francia por carreteras vecinales, en concreto por la costa, atravesando la zona en la que los Pirineos llegan hasta la mar, “Cap de Creus “y Cadaqués.

 

A los pies del imponente castillo de “Sant Pere de Rodes”, milicianos paran la comitiva para comprobar qué o quiénes iban en esos vehículos, tras saber sus identidades, ayudaron a que siguieran adelante.

 

Quedan apenas veinticinco kilómetros para llegar a Francia; pero parece que el destino aún quería cebarse más en la desdicha de aquellos hombres y mujeres, a lo tortuoso del camino, se añadió el colapso en la vía, la fría lluvia de enero que no cesaba, y los continuos ataques desde aviones, que hacían que todos se tirasen a las cunetas para tratar de salvar sus vidas; algunos ya se quedaron allí para siempre…

 
Cuando escasamente quedaba medio kilómetro para llegar a  Francia el vehículo que portaba a los Machado tuvo que detenerse, era noche cerrada, la lluvia no cejaba, y la mar furiosa chocaba contra los acantilados a su derecha.

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Al final llegaban a Francia y los gendarmes en la frontera dieron a Antonio y a doña Ana, mantas para secarse y un chusco de pan; incluso les pusieron un coche para llevarlos a la estación de tren de Cerbère a unos 4 kilómetros de la frontera.
 
https://khronoshistoria.com/

Por fin Antonio Machado y Ana Ruiz dejaban atrás la guerra, aunque comenzaba la pesadilla del exilio; el cual además lo empezaban prácticamente en la indigencia…

https://4.bp.blogspot.com/

Antonio y su madre esperan a José Machado y a Matea Monedero su esposa en la cantina de la estación, donde no les sirven ni un café, porque no aceptan moneda española…

 
Allí los gendarmes hacen cribas para trasladar a los españoles a campos de refugiados, no importándoles separar a padres e hijos…; los Machado tienen suerte, y consiguen dormir en un vagón que está en vía muerta.
Doña Ana Ruiz de 85 años está totalmente desorientada y de continuo se les piedra entre la muchedumbre.

Antonio Machado con su madre Ana Ruiz (Foto rebelion.org)

Por fin buenas noticias el periodista Corpus Barga lleva a cabo una serie de gestiones de Perpiñán y consigue dinero y documentación de la embajada de España en París, para ayudar a los Machado en su camino hasta la capital del Sena.

Foto de Instituto Marangoni
El periodista les recomienda que antes de viajar a París descansen y se recuperen de los padecimientos del viaje, y para eso podrían hacerlo en el pintoresco y cercano pueblo de Colliure; pues en tren apenas era media hora; llegando a esta localidad en la tarde del 28 de enero de 1939.

Colliure (Foto Tegustaviajar.com)

En la estación preguntan por algún hostal económico, y les recomiendan un cercano al otro lado del arroyo, así que para allí que se van los cuatro, Antonio y José Macho, Matea Monedero y doña Ana Ruiz.

Hotel donde vivió Machando en Culliure (Foto de la Sexta)

Antonio llegó abatido y enfermo a Colliure, pero eso no le impedía tratar de seguir estar informado de lo que pasaba en España, incluso no era raro verlo caminar apoyado en un bastón por las calles de Colliure, para ver la mar.
 
Varios vecinos de la localidad, simpatizantes con la República Española y al conocer de quién era el Ilustre vecino que hospedaban, se preocuparon de que a los Machado no les faltase de nada en lo que a comida y ropa se trataba.

 
La esposa de José Machado pasaba prácticamente las noches en vela, observando el estado de salud de su suegra doña Ana Ruiz; en la madrugada del sábado 18 de febrero observó que Antonio no se encontraba nada bien, corriendo avisó a su marido y éste al médico del pueblo.



El doctor Cazaben les indicó que Antonio estaba muy enfermo y le recetó varios medicamentos.
En la misma habitación en dos pequeñas camas separadas por un biombo yacían Antonio y doña Ana, el primero le decía a la segunda “adiós madre, adiós madre…”; pero doña Ana no le escuchaba pues llevaba ya días en coma profundo; coma profundo del que despertaría por unos instantes tras la muerte del Poeta…

 

Y es así como el día 22 de febrero de 1939, miércoles de ceniza para más señas, a eso de las 15:30 horas, lejos de su Sevilla y lejos de sus campos de Castilla, se paró el caminante, dejando de hacer camino para simplemente hacer estelas en la mar.



Tres días después expiraría doña Ana Ruiz.

Unos días después en el bolsillo de la gabardina de Antonio, su hermano José encontró un papel arrugado con unas palabras que decían:
estos días azules y este sol de la infancia

Tal vez éste fuese su último verso; y seguramente se referiría a su Sevilla natal, pero bien igualmente podría haberse referido a su estancia en Rocafort. FINEM.



sábado, 25 de abril de 2015

LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES y la dictadura que cayó al compás de una melodía.

Soldados Revolución de los claveles

A lo largo de la historia política del mundo muchos han sido los derrocamientos de gobierno, golpes de estado, o revoluciones que en un momento dado han cambiado los designios de un determinado pueblo.

El problema es que casi todas estas revoluciones han tenido un denominador común, el uso de la violencia, la armas, y la sangre…; de ahí que para mí la revolución acaecida en Portugal en el año 1974, sea un ejemplo de como un pueblo puede sublevarse contra el poder en este caso dictatorial, de forma coordinada con el ejército a través de una revuelta totalmente pacífica; me estoy refiriendo a la denominada Revolución de los Claveles.
Revolución francesa
En 1933, el profesor universitario Antonio de Oliveira Salazar, tras varios años de dictadura militar (desde 1926) accede a la presidencia del gobierno, y conforma lo que se denominó “Estado novo”; un régimen nacionalista que con la ayuda del ejército confiere amplio poder al gobierno, adoptando ideología fascista a la semejanza del italiano Benito Mussolini; las libertades individuales de la ciudadanía se sacrificaron en pro de lo que los salacistas consideraban el interés superior de la nación.
 
Oliveira de Salazar y Franco
El dictador español Francisco Franco, decía de Oliveira Salazar que: El hombre de Estado más completo, el más digno de respeto que he conocido es Salazar. Lo considero una personalidad extraordinaria por su inteligencia, su sentido político, su humanidad... Su único defecto es probablemente la modestia.”…

Oliveira  Salazar y Franco
Oliveira Salazar llevó un control férreo del poder en el país luso, hasta 1968, que tras sufrir un traumatismo craneal por un accidente doméstico, el propio régimen lo sustituyó en el poder, aunque éste enfermo por dicho traumatismo no fue consciente de esta retirada del poder, falleciendo en 1970; para entonces ya le habían suplido en el cargo en la persona de Marcelo Caetano, el cual llevó a cabo  una política continuista con su predecesor; hasta el 25 de abril de 1974 que con la Revolución de los claveles es destituido del poder, y exiliado a Brasil donde vivió el resto de sus días.

Marcelo Caetano
Para entender el espíritu de la Revolución de los claveles, hay que viajar al contexto de la época; Portugal seguía siendo un país con grandes déficits, en materia de renta per cápita, cultura, libertad, infraestructuras, educación, etc… en un  continente europeo en plena efervescencia, siendo Portugal al país más pobre de la Europa occidental; así mismo el gobierno luso estaba inmerso en un muy costosa guerra para mantener las colonias del continente africano, y asiático.

El General Antonio de Spinola se enfrenta al gobierno salacista  aludiendo a que  no debía seguirse la guerra colonial en África, sino buscarse una solución política a ese conflicto, y centrase en sacar a Portugal y a los portugueses de la situación de miseria y desamparo en la que se encontraban.

El Gobierno del régimen no acepta con agrado esta postura y comienza así una importante fractura dentro del ejército.
Así mismo y al contrario de lo que ocurría en España en aquellos momentos, el ejército portugués contaba en sus filas con un nutrido grupo de oficiales de ideología izquierdista, que pronto se pusieron a las órdenes del General Spinola para iniciar el derrocamiento de la dictadura, y devolver la libertad y la democracia al pueblo luso.
Este grupo se denomina “Movimiento de las fuerzas armadas”, reuniéndose secretamente por primera vez en el año 1973; en marzo de 1974 pretenden llevar a cabo un levantamiento que rápido es aplastado por la dictadura, se denominó “levantamiento de las Caldas”.

Ahí comenzó un período de angustia para el movimiento de las fuerzas armadas, pues el ejército se llenó de espías al servicio del régimen salacista.
Los militares revolucionarios entendieron que debían de contar con la población, que ellos solos no podían derrocar a aquel régimen dictatorial, y que debían hacerlo rápido para que ese levantamiento no se convirtiera en una guerra o baño de sangre, siendo ésta la manera en la que empezó a diseñarse la Revolución de los claveles.

Y así el 25 de abril de 1974 a las 00:25 horas se comenzó con la revolución; la clave era la puesta en la emisora de radio “Renascença” de la preciosa  melodía de José Alfonso “Grandola, Vila Morena”; una canción revolucionaria prohibida por el régimen.

 

En ese momento los integrantes del Movimiento de las Fuerzas Armadas, salieron para ocupar todos los puntos estratégicos del país; puertos, aeropuertos, centrales de energía, radios, televisiones, etc… informando raudo a la población de lo que estaba ocurriendo.
El centro de Lisboa estaba plagado de soldados con tanques y fusiles; una camarera Celeste Caeiro, regresaba hacia su casa cargada de flores que había retirado de los adornos de un banquete que se iba a celebrar y que por lo acontecimientos se había suspendido; cuando iba por plaza del “Rossio”, un soldado aterido de frío le pidió un cigarrillo, pero Celeste solamente llevaba claveles rojos,  por lo que le regaló uno; el solado lo tomó encantado y lo puso en la boca del cañón, al poco Celeste repartió todos los claveles y todos los soldados los pusieron en sus fusiles, a modo de símbolo de que no deseaban disparar sus armas, este gesto rápido se extendió por toda la ciudad, siendo el origen del nombre de la Revolución.


Por la tarde el gobierno dictatorial, viendo que el ejército estaba con los sublevados y que el pueblo había salido en masa a apoyar a estos soldados rebeldes entregó el poder al General Spinola, siendo sus primeras órdenes  la de liberar a los presos políticos, y la de entablar conversaciones con las colonias para finalizar la guerra.
El día 26 de abril los miembros del gobierno salacista partían exiliados camino de Brasil.
General Spinola
A los pocos días regresaron los portugueses exilados por razones ideológicas y al año se produjeron elecciones democráticas y constituyentes; consolidándose la democracia y las libertades públicas.

Lisboa
Sin lugar a dudas lo hecho por Portugal aquel 25 de abril de 1974, es un ejemplo de sentido común y de raciocinio que debe ser recordado y estudiado como ejemplo de saber hacer. FINEM.


LOS AMANTES DE TERUEL. Una bella y triste historia de amor.

     El genial cantautor Ismael Serrano, en su canción “tierna y dulce historia de amor”, afirma eso de que “como todas las histori...