Mostrando entradas con la etiqueta Contaminación y ruido. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Contaminación y ruido. Mostrar todas las entradas

martes, 8 de febrero de 2011

LA CIUDAD TAMBIÉN USA BOINA. La contaminación tapa el cielo de las grandes ciudades





Esta mañana antes de que sonara el despertador, ya estaba con los ojos como platos y es que unos instantes antes había habido un choque entre un autobús y un vehículo justo en el cruce al que recae la ventana de mi cuarto; al poco había varias dotaciones de policías, bomberos, y ambulancias… todo con bastante algarabía por las sirenas y por los claxon de los vehículos cuyos conductores se desesperaban por el embotellamiento que en unos minutos se había formado.

Desde el balcón hablando con otros vecinos nos hemos tranquilizado al comprobar que no había heridos y que todo se había quedado en daños materiales y un buen susto.

Después mientras desayunaba, he escuchado en la radio que las autoridades de las grandes ciudades estaban preocupadas por la abundante contaminación que rodeaba sobre todo a las urbes de Madrid y Barcelona.

Parece ser que la falta de vientos y las altas presiones habían provocado un estancamiento del aire contaminado sobre las ciudades.

Es casi tenebroso observar la gran boina de gases de efecto invernadero que corona la capital de España, o las áreas metropolitanas de Barcelona, Valencia y Sevilla.

La cosa es que situaciones como éstas se podrían evitar, pues estas grandes masas de residuos en el aire son provocadas por el tráfico rodado, por los miles y miles de vehículos que a todas horas llenan nuestras calles y plazas en una u otra dirección.

Después me he puesto a “soñar despierto” sobre cómo sería nuestra ciudad Valencia, si las administraciones públicas apostasen por el transporte público, y por el uso de la bicicleta como medio de transporte. Y de igual manera si la ciudadanía, es decir todos/as nos concienciáramos con el tema y utilizásemos los menos posible el vehículo privado.

Y es que la mayoría de desplazamientos en una ciudad como Valencia, de orografía totalmente plana, clima benévolo y distancias relativamente cortas, son muy posibles de hacer tanto a pie, como con transporte público y sobre todo a través de las dos ruedas de una bicicleta.

Imaginemos que esto fuese una realidad… Valencia de repente sería otra ciudad, a penas se oirían claxon, frenazos, acelerones, e desagravios de conductores cabreados

Pasear por las calles sería sinónimo de tranquilidad y sosiego.

Y de igual manera los edificios, el mobiliario, los árboles y sobre todo y lo más importante los pulmones de los ciudadanos estarían mucho más limpios y saludables.

Hace unos días un estudio indicaba que en la ciudad de Madrid mueren unas 20.000 personas al año de forma prematura por la intensa contaminación.

Ojala amigos bloguer@s que más pronto que tarde podamos comentar los problemas de tráfico por la gran afluencia de bicicletas en nuestras calles, y que los claxon han dejado de sonar, pues ahora sólo suenan timbres de bicicletas, ya que estos problemas serían fácil de resolver, y la salud de todos/as se mejoraría de forma importante.

domingo, 7 de noviembre de 2010

VALENCIA Y LAS BICILETAS


Al estilo como hacen los padres con lo de “ya te lo dije yo que ocurriría algo así…” pues bien algo parecido advertí yo hace unos meses con el tema de la puesta en marcha del servicio público de “Valenbisi”.

Hasta antes de ponerse en marcha este proyecto, éramos pocos los ciclistas que nos atrevíamos a desplazarnos por Valencia con este ecológico, barato y silencioso medio de transporte; de esta forma aunque el carril bici era igualmente escaso, y la concienciación o educación vial era igual de exigua, a ser menos apenas se sucedían problemas.

La cuestión es que ahora desde el centro de la ciudad hasta los poblados marítimos, Valencia cuenta con este servicio lo que ha multiplicado por mucho el número de ciclistas por las calles de nuestra ciudad, con la complicaciones que eso acarrea, si no hay infraestructura, costumbre y cultura del uso habitual de bicicletas.

Una ciudad donde las distancias no son muy grandes, el clima es muy benévolo y la orografía totalmente plana, hacen de Valencia una ciudad ideal para moverse y desplazarse a través de las dos ruedas.

Pero desde el Ayuntamiento dirigido por la muy conservadora Rita Barberá se sigue apostando por diseñar una ciudad meramente para los coches, en detrimento de los peatones y ciclistas, haciendo que tengamos el triste honor de ser una de las ciudades más ruidosas de España, y de tener grandes índices de contaminación en muchas calles y avenidas.

Ante este uso masivo de bicicletas, el Ayuntamiento ha escogido el camino más rápido, una ordenanza dura y básicamente sancionadora, donde el mayor perjudicado es sin lugar a dudas el ciclista, y con ello toda la población, ya que de nuevo se apoya de forma indirecta el uso del vehículo en detrimento de la bicicleta.

Este verano se han multado a miles de valencianos por circular en bici por el paseo marítimo, (recordemos que Rita Barberá, ha dejado al Ayuntamiento de Valencia al borde del abismo económico, siendo el segundo más endeudado de España), por eso estas cuantiosas multas vienen muy bien para las malogradas arcas.

Todo menos hacer una firme campaña de concienciación vial y medio ambiental, todo menos crear nuevas infraestructuras de carril bici, todo menor habilitar calles, o carriles para el uso de la bicicleta, todo menos permitir que Valencia sea una ciudad más silenciosa, menos contaminada y en definitiva más habitable.


LOS AMANTES DE TERUEL. Una bella y triste historia de amor.

     El genial cantautor Ismael Serrano, en su canción “tierna y dulce historia de amor”, afirma eso de que “como todas las histori...